ANGASMARCA

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Conoce el maravilloso pueblo de Angasmarca

VILLA AZUL

VILLA AZUL
Conoce un lugar Maravilloso

Y descongelaremos el hielo...

domingo, 27 de abril de 2008




Ningún octubre en lo que me queda por vivir, volverá a ser como el que vivimos en el dos mil cinco, caminando esas calles, conversando en esos parques, dando una caminata por la universidad alucinando que el amor había llegado… con un vino de por medio.

Digo “vivimos” porque, Rahiza Jurema Pereyra Vásquez y yo nos conocimos de una forma tan vertiginosa, tan precipitada que aquella tarde en que el cielo andaba nublado y hacía demasiado frio, fuimos tan felices, que fui capaz de contarle mi vida en diez minutos, y de mirarla como nunca antes había mirado a alguien… ambos teníamos diecisiete años, ella apareció como una ilusión (y me ilusionó muchísimo) se quedó para siempre dentro mis recuerdos como marcada con tinta indeleble; aunque pasaron muchos años para volver a rememorar aquellos días que empezaron una tarde fría de octubre de dos mil cinco frente a la universidad. Hoy nos volvimos a encontrar en el chat y ambos como nunca estábamos con los ánimos encontrados… hablamos mas de dos horas (hasta la madrugada) y tanto ella como yo sentimos que queríamos vernos (pusimos las cámaras), entonces mientras las imágenes cargaban, le dije “¡que emoción! Volver a verte miradita…” y en menos de un minuto la volví a ver, a pesar del tiempo, estaba tan linda como el octubre en que nos conocimos como la noche en que meses después, terminamos sin saber si terminábamos o si solo nos despedíamos… (Creo que mas linda) y se le notaba en su carita una alegría radiante que minutos después empezó a descongelar aquel nuestro sentimiento…
Conforme pasaban los minutos y con el hecho de volver verla, de pronto me empezó a invadir la nostalgia de aquellos días, de nuestros buenos tiempos… aunque ese entonces parece muy lejano, me vi en la necesidad de refrescar lo que sentía por ella y abrí una carpeta que tenía muy bien escondida como archivo oculto y comprimida, de modo que encontré algunas fotografías y las cartitas que le escribía. Mientras conversábamos le mandaba algunas, cartitas ella las volvía a leer y me decía que no podía creer que yo aun conservara los indicios de nuestra fugaz relación… Le dije que escondí todo en esa carpeta para un día como hoy se nos de la gana y volvamos a recordar y vivamos otra vez nuestro -amor de adolescentes- (como dijo ella)… Luego le expliqué por que me privé de sus recuerdos: “cuando supe que andabas con alguien y que estaban de lo mejor…” –le dije- comprimí la carpeta para luego hacerla invisible y un poco complicada de encontrar así cuando me dieran ganas de recordar lo que pasó me fuera más difícil encontrarla… Después de un rato creo que los dos, estábamos asombrados porque ni ella ni yo nos habíamos olvidado de aquellos días… seguíamos chateando y le dije ¿recuerdas el primer día? , te llamé al celular, estabas con tu mamá yendo a una clínica, y creo que nuestra cita se canceló, pero después quedamos en encontrarnos por la universidad, yo salía de la clase de física II como a las cuatro de la tarde, salí confuso lleno de curiosidad por verla, la llamé al celular, me dijo que andaba en un cyber que en sus paredes tenía pintado dibujos de anime, entonces busqué y nada, pasé por tres locales parecidos pero nada; ¿seria el nerviosismo? Hasta que por fin di con el lugar y nos vimos por primera vez en nuestras vidas, (estaba linda como esta noche) salimos en busca de un borgoña y nos quedamos en esa banquita que aun en estos días existe… le resumí mi existencia en diez minutos y nos abrazamos, ella agregó: “es verdad hacía bastante frio” y caminamos hacia las escaleras de los departamentos “y nos sentamos” -me dijo- y luego yo: “estábamos tan emocionados, que me dijiste que no ibas arrepentirte de lo que estaba pasando” y ella me contestó “si es cierto” (conforme nos íbamos diciendo esas cosas por el chat yo empecé a sentir una especie de nudo en la garganta y se lo dije) “después me enseñaste tu celular, era un Samsung color plomo con tapita” le decía (veía su carita y creo que se sorprendió que yo aun recordara esos detalles) . Ahora que es de día recuerdo que la miradita (como solemos decirnos) llevaba puesta una chompa color verde con un cuello grande y alto (que le quedaba estupendo) recuerdo haberme apoyado en su pecho y haber respirado su tenue aroma… recuerdo haber escuchado los latidos de su corazón…

En el extremo de la sinceridad, dijo que nunca me olvidaría, le dije que yo igual, me dijo que yo tenía a alguien a quien querer… le dije que calláramos y que no echáramos a perder nuestro sábado… ella cedió, creo que me quiso tanto como yo a ella, yo empecé a sentir un nudo en la garganta, luego cuatro y al cabo de un rato eran como tres mil, me dio su mano, la acaricie, nos miramos, nos tocamos sin tocarnos (todo por internet)…

Le pedí volver a vernos, y le encantó la idea, pero en un segundo me dijo que por ahora no se podía, “te espero todo el tiempo” le dije y entonces se nos vino esa malicia de aquel año y me dijo que le ayude a planear que le de una idea (eso me gustó muchísimo). “Por lo pronto nos veremos a esta hora por internet” será como vernos a escondidas, será como la canción de Camilo Cesto (esa que dice: a escondidas cada tarde…) hasta que llegue el día en que por fin nos reencontremos (no sin antes decirle que por favor ese día se ponga la blusa blanca que en aquellos días me gustaba tanto, aquellos días en que sábado a sábado la esperaba con la emoción de un niño)

Hoy al despertar, pensé en la conversación que tuvimos durante la madrugada y me sentí como ella anoche: “ido…con las ideas desordenadas queriendo volver a ese pasado fugaz”. Me siento contento por volver a encontrarla por saber que uno de estos días nos encontraremos… nos miraremos (yo en sus ojitos y ella en los míos) le diré ven y vendrá y por fin el hielo se descongelará…

Trujillo 26 de abril de 2008
Tres días despues, volvimos hablar hasta la madrugada y entonces comprobé que ella no había cambiado del todo (parecía que ya no me quería)... y tardaba en contestar le mandaba muchos zumbidos y ella no contestaba...
Pasaron cinco minutos mas, yo seguía sufriendo... (prendí el segundo cigarrillo) yo seguía obsesionado... la miradita parecía otra, hasta que me mandó un zumbido, me dijo que se había despertado su hija... y que amaba al padre de la niña...
Me dijo yo te quiero mucho pero no te puedo ver...
Me hizo un beso... la noté triste como despidiendose para siempre (y a mi mente vinieron muchas ideas como ráfagas y lo primero y lo ultimo que pensé fue: -el hielo jamas se decongelará...-)
Y hasta hoy muchos días despues, casi una semana, no he vuelto ha saber de ella...
Trujillo (muchos dias despues) de mayo de 2008

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