ANGASMARCA

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Conoce el maravilloso pueblo de Angasmarca

VILLA AZUL

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Conoce un lugar Maravilloso

Las Chicas del Pasado ( Parte III )

lunes, 15 de junio de 2009


En la noche del 29 resulté con Carlos con mis primos y muchos amigos de mi edad en ese vaivén de comparsas y rondas que desplazaban a la multitud como si fueran rebaños perdidos al pie de los castillos y de tantos fuegos artificiales que a pocos se iban terminando de armar, en una de esas movidas de rondas y bailes, una pantalla pirotécnica empezó a dar sus detonantes sonidos y mi ruedo de amigos se desintegró

Obligatoriamente tuve que tomar un plan de contingencia y como siempre yo alucinado me sentí en el papel de James Bond, tenía que averiguar, tenía que luchar por ella, (que patético verdad?) apenas habíamos bailado cuatro horas y media y como siempre tonto ni siquiera tuve la cortesía de preguntarle su nombre o sea estaba en nada, enfadado conmigo mismo por no haberla encontrado, regresé a casa donde todos estaban que me buscaban como locos porque era el día central, la misa y la procesión de la virgen Santa Rosa de Lima y yo volvía tan fresco en fachas con la cara de trasnochado como si no tuviera que ir al compromiso tradicional de la familia…

Mi mamá con su apuro clásico:
-tu terno está planchado sobre tu cama-
-te bañaas ahorita mismo!!!-


Mis hermanas:
-te pasas Juan Carlos mi papá está enojado por tu culpa-


-como gran señor anoche has llegado tarde y encima amanece y te desapareces-

Y por su puesto mi abuelita un amor:
-hijito cámbiate vamos a la misa negrito, apúrate te espero, no lo hagas caso tu papá no está molesto y si te hace algo se las verá conmigo…-

Aquel treinta de agosto fue un día como pocos, el cielo se prestaba con su perfección impecable, el calor hacía de las suyas y obviamente no me puse el saco, solamente la corbatita y salí a matar… James Bond se había encarnado en mí y salí en búsqueda de la niña fantasma…

En la misa me comía las uñas miraba hacia todos lados y como ido la buscaba entre tantas caras, entre mis amigos del grupo del coro (donde ademas estaba Julieta) y nada, empezaba a sofocarme, me aflojé la corbata y respiraba como si estuviera a punto de asfixiarme me sentí otra vez en el rol del 007 pero esta vez en una situación de pánico…

Al término de la misa a los chicos del grupo cristiano, nos regalaron unos rosarios color negro, con la respectiva bendición del sacerdote ni bien me lo entregaron salí volando de la iglesia salí a respirar y a ordenar mis ideas, estaba cayendo en la dudosa idea de que tal vez todo fue un sueño y que nunca bailé con la niña fantasma. De pronto en medio de la multitud y de un sinnúmero de danzantes que a esa hora se entrecruzaban por la calle delante de la virgen que orgullosa y bendita se veía mientras su pueblo en hombros emprendía su procesión anual… rogaba que la niña que había conocido no fuera un fantasma si no al contrario sea de carne y hueso al igual que cualquier mortal…



Desesperado sacrificándome con el cuello ajustado y la corbata a lo James Bond, la seguía buscando y caminaba desorientado entre la muchedumbre que manifestaba su ferviente devoción mientras yo imprudente sin saber que hacer perdía las esperanzas… incluso de tanto pensar y recordarla, llegué al punto de dudar y por consiguiente empecé a disgustarme por todo, incluso odié estar ahí caminando sin saber a dónde rodeado de gente que en su mayoría me conocía… también me odié por andar vestido e incomodo por el calor insoportable de la una de la tarde… y más trágico aun sin haberla encontrado…



Fue que en una de esas idas y venidas cuando mi abuelita me hizo un gesto como para guardar la compostura (obviamente no podía ocultar mi inquietud, me había pasado por todos los frentes de la procesión en busca de la niña fantasma) ya que muchos se dieron cuenta que caminaba iracundo e inquieto como un busca pique…


-que pasa hijito pareces un busca pique- me dijo mi abuelita…

No quedaba de otra, que acompañar la procesión y tranquilizarme inclusive en medio de mi mal humor, le pedí miles de perdones a la virgencita por andar echando fuegos en ese su paseo anual…


-debo estar enloqueciendo – fueron las tres palabras que dije mientras me quitaba la corbata de James Bond de quinta categoría… mientras la hacía un ovillo y la guardaba en el bolsillo derecho, presto a resignarme me aflojé la camisa y caminaba sin sentido… haciendo puños atormentando por tener la imaginación de un mocoso, acaso no tenía quince años (estaba grandecito) y aun alucinaba con personajes del cine y pensaba en la posibilidad de un fantasma…

Fue como en el cine (bueno ni tanto) pero fue algo así como cierta escena de suspenso y por supuesto todo en cámara lenta, era como si yo estuviera viendo un acto en el cual yo era protagonista y a la vez espectador… la banda de músicos empezó a tocar la más triste de sus marchas y de cualquier lado una niña como de seis años abrió un cesto adornado con guirnaldas y tules blancos del cual tiró de una pita celeste y zas!!! Tres palomas salieron alocaditas revoloteando atolondradas las pobres (no era para menos estaban en cautiverio) y así en medio del show dos de ellas se fueron lejos y juntas como desairando la procesión y la tercera… la tercera voló en círculos, voló agitadísima la condenada y bajó un poco como queriendo aterrizar en mi cabeza, luego por detrás asustó a un bebé que estaba en brazos de su madre para luego dirigirse al balcón de los León… se posó en ese balcón en el que de pronto había una niña con gafas oscuras jeans y zapatillas rosadas vistiendo un polo del equipo de mis amores: Unión Progreso…

Entonces supe que la niña fantasma en realidad no era un fantasma y estaba más viva que yo disfrutando del abrasador clima, bronceándose toda ella mientras por la calle desfilaba la multitud consolidando así la procesión de la Santa Rosita…

Mientras la miraba, rogaba a los cielos que ella no se diera cuenta que yo andaba por ahí con la camisa afuera y con la corbata hecha un ovillo dentro del bolsillo derecho, por suerte se retiró, se perdió en la puerta y empecé a respirar otra vez pero solo me dio chanche para limpiarme el sudor de la frente que brillaba escandalosamente porque esta vez regresó con una canastita llena de pétalos de rosa y sin dudarlo empezó a volcarlos sobre la imagen de la virgen y yo estúpido la miraba así como tantos otros chicos de mi edad y pensé en que debí ponerme la corbatita y que James Bond debería regresar a la acción…

Felizmente había una camioneta estacionada a un lado y por ahí me escondí y me volví a poner la corbata, me sacudí mis disparatados cabellos, me miré en el espejo del carro y conté hasta tres y regresé a la procesión para verla o mejor dicho para que ella me viera, cuando miré al balcón ella ya no estaba… solo la paloma daba vueltas por un cobertizo que estaba muy cercano…


-seguro ahorita baja- pensé
Y caminé hasta la otra orilla de la calle en medio del gentío y calculé como para que el encuentro fuera accidental y desde luego fue casual…


Me choqué frontalmente con la abuelita que casi me muele a palos…

Pero creo que pensó en ignorarme (menos mal porque igual esta vez traía el bastón de aluminio) y se pasó por mi lado como si yo ahora fuera un fantasma y tras ella venía un señor gordo y a la vez alto con unos bigotes a la antigua a lo Ramón Castilla (creo que estaban engomados y le venía al señor) se acercaba y me miró y me pidió permiso:


-permiso joven, que estamos retrasados- como no iban a estar retrasados si desde la mañana, desde la misa los andaba buscando pensé, mientras le hacía una reverencia de buen samaritano…
Entonces detrás del señor en mención y cogida de su mano, venía mi niña… como no olvidarla si su frescura era tal que en realidad me sentí un James Bond que al fin en una fiesta quizá en Ibiza o en una isla de las Antillas encontraba a su chica… nos chocamos de hombros y ella me hizo un gesto como diciendo hola y yo más torpe…

-ho hoholaaa-

Y luego con los dedos me hizo un ademán como diciendo que luego hablábamos y obviamente ese gestito me catapultó hacia una alegría fantástica…

En los momentos sucesivos trataba de mantener la calma pero no se podía y la miraba de perfil, miraba todo lo que hacía la veía persignarse y luego yo lo hacía… la miraba desde un extremo y en seguida del otro, tratando de explicarme muchas interrogantes que cada dos segundos agobiaban mi idílica tranquilidad.

-¿Por qué tiene el polo de Richard? – Desde luego no tenía estampado el nombre de “RICHARD” en la espalda (como todos se imaginan), al contrario solo tenía impreso en la espalda y con color negro el número siete y todos los fanáticos o los hinchas más allegados del club deportivo Unión Progreso, sabíamos que el jugador que vestía la siete era Richard Ramos León… que para variar era mi primo… el que siempre en mis cuestiones amorosas de aquella época tuvo que entrometerse…(cuando hable de Alina entenderán)

La curiosidad me tenía en vilo y empecé a teorizar: en que quizá Richard se hizo su amigo y le pudo haber regalado la camiseta? O tal vez ya eran novios y otra vez estaba yéndome de cara como en mis anteriores enredos amorosos, como decía don Ramón “me lleva el chanfle…” , esa mañana mientras seguía la procesión, ridículamente empecé a sentir celos por una persona a la que nunca le pregunté el nombre y peor todavía por una persona que había aparecido en mi vida hace doce horas… en conclusión estaba enloqueciendo por una desconocida.

Fue la procesión más inquieta de mi vida porque en algún momento sentí que el corazón no me cabía en el pecho (el sol de las dos de la tarde y el nudo de la corbata fueron mi tormento) incluso sentí vértigo y cierta debilidad al llegar a la iglesia en medio de esa aglomeración que clamaba a la Santa Rosita por sus milagrosas bendiciones… Temí perderla de vista.





No había tiempo para pensarlo, pues el James Bond que llevaba dentro me decía que debería actuar lo más antes posible, era ahora o nunca… aunque tuviera que cruzar entre esa multitud de feligreses, que aglomerados cabían en la iglesia. No me importó y le dije a mi abuelita que volvía al toque (mentí porque me demoré como media hora), me armé de valor aunque el corazón y las piernas me temblaban como perro envenenado. Me confundí en medio del gentío y esta vez estaba seguro de no perderla… me propuse ir sin miedo a nada y pedirle, hablemos. Pero por ahí como en las novelas, volvió ella a mi mente precisamente en ese momento (ok, ok lo admito, en aquellos días yo especulaba recelosamente en que Ludwing quería quedarse con mi gringuita, con la chica de la que hablé al principio, con mi Julieta), no lo pudimos evitar, nadie pudo evitarlo, ellos eran tan amigos que su amistad me hacía perder la calma, me daba miedo pensar en que Ludwing se estuviese interponiendo en mis planes con Julieta, como en la canción de Sin Bandera, “aun ni siquiera te tengo y ya tengo miedo de perderte…” así me sentí cuando los vi joviales conversando como si nada como si yo no anduviese por ahí caminando por sus narices (aunque a esas alturas yo no tenía derecho a reclamar, a resentirme porque andaba atrás de mi chica fantasma; igual no me gustó para nada esa escenita que quizá ellos ahora ya ni recuerden y supongan un invento mío)

Que hago, no sabía que acción tomar, pues por un lado estaba muriendo porque mi Julieta andaba risitas y risitas con uno de mis amigos de confianza, mientras que por otro lado estaba la niña fantasma a quien quería ver o tenerla ya mismo frente a mí para al menos preguntarle su nombre

Quería obsequiarle el rosario, que el cura de Cachicadán nos regaló a los chicos del grupo católico. Ese iba ser el truco, ese iba ser mi trofeo para ella...

Lo que quedaba de mí corazón y la intriga me volvían loco me hicieron articular inaudiblemente las siguientes palabras:

-hola he qué tal? – (ahora me pregunto cómo pude ser tan limitado en cuanto a mis modales)

Ella me miró contenta (claro como no si su 007, llegó hasta ahí solo por ella)

Y yo imprudente, a lo Bugs Bunny:

-hoola, ¿y qué hay de nuevo?- todo cómico yo

Y ella como una lechuguita súper fresca en medio del centenar de personas que nos rodeaban:

-hooolaaa que sorpresa, ¿estuvo bonito todo no?-

Después de un siglo respondí:

-ah sí y eso que otros años ha sido mejor –

-ummm bueno como es la primera vez que vengo, me pareció chévere-

Y vino lo peor, la palabra que nunca pensé iba salir de su boca:

-¿oye amiguito cómo te llamas?-

Queeee, dijo amiguito??? Me trata como a un niño?? Que le pasa? Pensé.

-ahh pucha disculpa creo que anoche no escuchaste cuando te dije mi nombre- Improvisé, mentí, tontamente.

-como había mucha bulla tal vez no te oí –

Y este aprendiz de seductor habló:

-etee yoooo me llamo Juan Carlos ¿y tú?- (¡Que tonto! Que redundante simplemente debí decir me llamo Juan y nada más, debí ahorrarme el YO.)

Y al escuchar su nombre, al verla concentrada en mí; llegó el momento, llegó el día en que comprobé la veracidad de la letra de la canción Amor Narcótico de Peralta:

- Tu amor es algo tímido, reñido
es algo típico
"nada especial"
eso dirían los demás
Tu amor es una trampa
es una lanza que traspasa
la tranquilidad, es algo loco
nada más
Es tan impredecible
tan sensible que se irrita
cuando gritas cuando quieres respirar…–


- Natalia Gamboa

Otra vez con mis extravagancias:

-ah yaa, yo Juan Gálvez-

Me miró como diciéndome ok, ok y ¿que mas?

Por lo que me sentí haciendo el ridículo sin poder hablar, sin decir lo que había planeado, (claro era demasiado) y aunque lleno de temores, eché andar el plan:

-ehh yoo – tartamudo

-si? dime-

Luego anti romántico: -yo quiero darte algo-

Y ella con diez mil metros cúbicos de agua helada, me canceló otra vez:

-mira porque no me esperas un toque si?-

Otra vez (como para variar) me dejó parado, mientras veía regados por el piso unos panfletos que informaban sobre las actividades programadas para la fiesta patronal, desorientado otra vez, ya no tuve pena si no por el contrario tuve rabia y celos porque ella hacía lo que le daba la gana conmigo, pero al ver los centenares de personas que me rodeaban, traté de estar tranquilo y mientras ella volvía, recogí algunos de los papeles que estaban regados por ahí y me puse a hacer avioncitos y los tiraba con disimulo y me deleitaba ver las caras de incertidumbre que ponían algunas personas que se percataban de mi arranque… le tiré el más grande y feo a Ludwing y alguien por ahí se río, de hecho yo también, eso es por Julieta pensé… aviones en la iglesia quién lo diría, ¡que pecador! Resulto este remedo de Gabo.

Luego ella que acababa de cumplir catorce años (porque días después me llegué a enterar de eso y mucho mas) volvió, cumplió su palabra y fue una casualidad en mi corto destino, no lo sé pero todo era tan misterioso en ella, digo esto porque siempre estuvo acompañada de sus abuelos y luego hubieron momentos en que andaba callada (como para siempre) e ignoraba mi presencia y me decía que se tenía que ir y emprendía una carrera de niña y me dejaba con un millón de interrogantes en la mente…


-hola ya vine ¿y que me ibas a regalar? –

-umm -

-¿tienes familia en Angasmarca?-


-si algunos parientes- musitó con tristeza


Entonces yo como muchas veces metiendo la pata:


-ahh yaa seguro tus abuelitos? O tus papás?-


-¡sabes que! eso no tiene importancia-


-umm disculpa pensé en eso como a tu abuelita la he visto con personas que conozco, pensé que era de aquí-


-ella no es mi abuelita, ella es mi mamá; y ya no me hagas más preguntas-

Y cierta ira emergió de su expresión, la contuvo un instante y la dirigió hacia mi…la envió con todas sus fuerzas:
-por qué haces estas preguntas?, eres un insolente!!! chau-


Y se fue corriendo, aniñada y loca de ira.

Mientras yo parado y tonto pensaba en qué pude haber hecho para que ella reaccionara así, me quedé viéndola partir entre la multitud que por las afueras, bailaba (como pagada) en la calle que da hacia el centro de la ciudad. Dos minutos después recordé que la noche en que nos conocimos ella le dijo "mami" a la señora que casi me lincha...

Recordé en ese momento que había abandonado a mi abuelita y volví por ella, me inmiscuí en ese laberinto humano a buscarla pero nada (mi abuelita diligente como siempre) ya se había ido y solo logré encontrarme con los chicos del grupo y por ahí con Julieta rebasamos una mirada y media:

1 : Nos vimos o mejor dicho yo la vi de frente casi accidentalmente (incluso le musité un hola imperceptible que más parecía una murmuración que una palabra bien dicha )

: Ella se percató de mi abrupta aparición (y creo que ni caso me hizo) y lo peor fue que Ludwing sintió un triunfo momentáneo al verme desinteresado con Julieta y además creo que fue feliz el maldito, porque se las traía, andaba muy afanoso con la que en diciembre habría de ser el amor más bonito que pude tener hasta hace dos años atrás…

Esa misma tarde, Angasmarca ardía en una celebración eufórica y su servidor parecía un ser perdido, (me alucinaba James Bond pero esta vez en la quinta avenida, en Manhattan) en una tumultuosa calle donde las bandas de músicos, los cohetes y los borrachosos prolongaban animosamente el penúltimo día de fiesta yo simplemente la rastreaba con instinto de sabueso sin flaquear con mi metro sesenta y cinco (de aquel tiempo, porque ahora ando por arriba de los ciento setenta cm.) saltaba como un desquiciado para encontrarla y dicho y hecho, la encontré solita en la puerta de la casa de la mayordomía (de los organizadores de la festividad) esta vez llevaba puesta una bufanda gris con manchitas rosa, una casaca blanca grande y sus lentes al aire con la montura color rosa también, vaya que le iba bien ese color…

-Hola Natalia-

-hola-

-te ‘tuve buscando-

-con tanta gente también – (huy que comprensiva pensé)

-nada ehhh por ahí tengo mis espías- (si supiera que dementemente la busqué como media hora)

-ummm a yaaa tonces me estás espiando?- me canceló

-no nada de eso como crees, ehhh mas bien mira aquí tengo lo que te dije en la Iglesia-

-a ver qué será???-

Lo saqué del bolsillo interior de mi casaca, (aun estaba en su bolsita), ella me miraba concentrada y de pronto extendí mi mano y le dije:

-no es gran cosa, pero está bendecido-

Le regalé el rosario color negro que horas antes me dieron en la iglesia.

-asu que chévere-

Lo extendió lo colgó entre sus manos y la cruz dio un pequeño brillo y su mirada de igual manera, aunque luego haya dicho lo que no quería que dijera:

-gracias amiguito, esta lindo, nunca me han regalado un rosario- (si claro, pero no era necesario que me digas amiguito porque yo quiero ser tu chico, pensé)

-no es nada- altanero yo.

Pero ella un amor…

-de todos modos está lindo, gracias-

Y misma escena de Los Años Maravillosos, se inclinó un poquito hacia mí y en ese estupendo momento cuando la veía venir directo a mis labios, crucé los dedos cerré los ojos e hice un puchero como para que el beso aterrice delicadamente en mi boca…

1, 2, 3 nada!!!

Y una voz interior me dijo ¡abre los ojos tarado!

Ni bien los abrí, ella acababa de darme un piquito en la mejilla…

No supe que sentir ni que decir simplemente confirmé otra vez los arranques extraños de mi niña fantasma:

-gracias- susurró y se fue corriendo donde sus abuelos (supongo), mientras yo otra vez desolado entre el tumulto ratificaba mi idea de que ella tenía algo extraño, quizá cierto aire fantasmal…

Yo en ese momento quise gritarla, decirle estas palabras (que a decir verdad las dije pero bajito), que feo hablaba en ese tiempo o mejor dicho que ridículo:

-para que siempre te acuerdes que tienes a alguien que piensa en ti por aquí por Angasmarca…-

Camino a casa, me sentía como la selección peruana:

-jugué como nunca y perdí como siempre…-

No importaba, tampoco me sentía completamente perdido porque al menos logre algo de su cariño, aunque el esperado chape haya sido postergado…

En la plaza encontré a media farándula Angasmarquina, llámese mis mejores amigos, algunos profes del cole’, algunos jugadores de futbol de mi querido Union Progreso, en resumen, medio mundo de conocidos, ahh y para variar Carlitos:

-bien ahí ahhh –

-no pasa nada on- le contesté algo serio

-jaa te veo pegao por ahí, `ta en algo tu flaquita –

-no jodas-

-tranquilo jugador-

-nada, no hay nada aun –

-ya pues cáele, mira que mañana se termina la fiesta y se va todo el mundo-

-‘tamare tienes razón, ya mañana se van seguramente-

-que sano-

-la vaina es que sus abuelitos, mucho la cuidan-

-haz algo pes… tú que eres poeta, escríbele una carta!!!- me dijo pícaramente Carlitos, el gran conquistador…

-puede ser no?-

-si pes, ohee ya pe déjate de vainas, galan monse-

-vamos a bailar caracho!!!- le dije resignado, pensando en que si no pasaba nada, no había otra opción además igual iba perder porque ella tarde o temprano tendría que volver a Lima, y las probabilidades de volver a vernos eran ilusorias. Nos confundimos con toda la gente y bailamos como más pudimos aunque su servidor siempre pensaba en la niña fantasma.

Mientras dejaba de tocar la banda, por ahí alguien nos invito unas gaseosas (porque en ese tiempo no estábamos relacionados con la cerveza) y apoyados a la pared de la municipalidad, Carlos me dice:

-¿y cuántos años tiene?-

-pucha no sé, no le he preguntado-

-parece chibola- (si y nosotros muy viejos, pensé)

-igual ya fue, porque preguntas tanto ah????-

Y me señaló como imitando esos gestos que en las películas los narcos colombianos le hacen a sus esbirros para que hagan sus fechorías; no lo comprendía muy bien, entonces vuelvo la mirada y veo a un Carlos tan emocionado (como el día cuando por primera vez le dio un beso a Celia):

-ahí viene ‘on - me advirtió un satírico Carlitos

-Ahí viene tu flaca on- repitió

Y era cierto; ahí venia Natalia, ahí venía la flaca, altiva en un momento y sublime en el otro, una combinación de personalidades.

-tú mismo eres Juan- me recordó Carlitos mientras me codeaba.

-que empiece la fiesta primo!!!-

No le dije ni pio, solo recuerdo que me dio la mano y bailamos una cumbia que por esos días estaba de moda, (era Paloma Ajena de Agua Marina) pasito pa’ delante, uno pa’ atrás como recordando la vez en que hicimos un fonomímico del grupo en mención (eso fue un año atrás, en la fiesta de aniversario del cole’, Carlitos, Ludwing, Jorge, Julio, Antonio y su servidor) ella me miraba asombrada por la chispa que tenía en ese momento y me dijo:

-saaabes, eres cheeeevere- pegada a mi oído porque la bulla era total…

Yo asentía gestualmente (y mandado me pegaba más a ella como si no fueran suficientes sus gritos de brujita…) y la farándula moría de envidia… ¿qué hacía un mocoso como yo con esa limeñita???

-Ahh, sieeempreee soy asiiii- presumí

Mientras por un lado Carlitos, él mismo era con una flaca desconocida, hacía sus piruetas picarescas, daba vueltas idas y venidas, la tomaba por la cintura y cimbreaba como un trompo, mismo Cantinflas.

-En la noche hay un baile, en la escuelita verdad?-

-ahh si-

-irás Juan?-

-claro cómo no-

-vamos ¿?-

-ya vacan chévere- y pucha pensé en si esa noche iba ser como las anteriores, que tal si mi papá no me daba permiso? Igual tendría que escaparme.

-hoolaaa oyee que pasa?-

-ahh nada disculpa…dime a qué hora nos vemos y donde –

-a las once en la esquina del hotel-

Mejor no digo nada pensé porque no vaya ser que me deje parado otra vez.

-ok no hay problema-

-eh amiguito antes que me vaya puedes pedir una canción?, como veo que tú conoces a todo mundo- (claro cómo no iba darse cuenta si toda la gente del cole` conocidos y no, me pasaban la voz… ufff que educados)

Pucha que roche pensé.

-ahh yaa normal - conteste

- Procura de Chichi Peralta-

- Epa esa canción es buenaza y está de moda no? –

-me encanta, porfaa si?? –

Claro como no mi amor, por ti lo que quieras pensé (ahora que lo recuerdo, creo que eso estuvo recontra huachafo)

Maldito como no vas a tener ese tema que está de moda, pucha y ahora??? Pensé cuando volvía a buscarla, triste porque ese remedo de DJ que había, no tenía el tema que le gustaba a la niña fantasma… ya sé quien me puede salvar (adivinaron, pensé en el gran CARLITOS)

Le hice señas a Natalia que solita me esperaba en una banca, como diciendo que me espere, y fui volando donde Carlitos y lo jalé del brazo:

-Carlos, es de vida o muerte, ¿tienes la canción Procura de Chichi?? –

-nada on, pero yo sé quien lo tiene, o mejor dicho quien lo vende –

-¡quien habla rápido!-

-Sare ese on es el único que vende cd’s en Angasmarca-

-‘tamare verda di?, ya compare gracias, ahora esfumate!!!-

Busqué en mi escuálido bolsillo y solo tenía cuatro soles, cuatro malditos soles, mientras que a unos metros Natalia me esperaba impaciente.

-me esperas cinco minutos?-

-que pasa te veo agitado-

-nada solo cinco minutos y bailamos tu canción si??-

-ya vacan –

Entonces esa hora corrí, a mil por hora donde la tienda de Sare, ni bien llegué y le di los cuatro soles y sorpresa el bendito disco costaba cinco, no había otra salida que pedirle rebaja:

-ya pe Sare, luego te doy la luca-

-no Galvis, baja la luca no seas agarrao-

-en serio no tengo – (maldito te odio pensé)

-yayaya, pa la próxima son cinco ah –

-Dame el que tenga Procura-

-mira no se qué música toca ese zambito, pero ahí en la caja debe decir-

(Claro pues que vas a saber de buena música, si escuchas puro fichiruches, pensé)

Dios fue peruano y me dio la alegría de ver la palabra PROCURA, en la séptima ubicación de la lista. Emprendí una loca carrera de vuelta con el disco en el bolsillo y con la emoción a todo dar…

Parte de la letra dice así, pero ojo comentada por su servidor:

Procura seducirme muy despacio (creo que ella lo hizo)
y no reparo de todo lo que en el acto te haré (aquí fallé yo)
procura caminarme ya, como ola del mar (ella lo hizo, bailaba lindo)
y te aseguro que me hundo para siempre en tu rodar (los tres días que pasamos me hundí en ella)
quizás convenga que te alejes (y se fue para siempre)
quizás me domina la tentación (nada me controlé)
de imaginar que estoy tan cerca de ti (la canción tiene razón imaginar porque ahora tamos lejísimos)
tan cerca...sin poder resistir… (que pena porque no pasó nada)

-gracias, eres inolvidable- me decía mientras bailábamos.

Todo afanoso le dije:

-lo hice por ti, para verte sonreír-


Ella me miró, se recogió el mechón de su pelo y no dijo nada mas, simplemente bailamos muchas horas, (creo que hasta las ocho de la noche), en medio de los fuegos artificiales levantando polvo en medio de un mar de gente -desde luego sin soltarnos las manos- bailamos en silencio solo mirándonos, preguntándonos como deberíamos actuar a esos cortos quince años cuando uno piensa que el amor lo es todo… se llama Natalia Gamboa así como la conocí, misteriosamente desapareció al día siguiente, se subió en un ómnibus color verde, yo accidentado corrí tras ella para pedirle perdón, por no haber ido a verla a las once como habíamos quedado (me dio roche decirle que mi papá me sorprendió cuando estaba a punto de escaparme y me reprendió y me mandó a dormir, también me dio vergüenza decirle que esa noche lloré de impotencia al estar metido en la cama mientras ella seguramente moría de frio esperándome en la esquina del hotel) pero el ómnibus ya partía e hice lo que tuve que hacer, le di la carta que escribí toda la mañana

-léela en el camino - (era obvio ni modo que lo iba leer en Lima)

Pero siempre yo tenía que joderla todo …

-y el polo del Progreso?- hablé como mostrando mis celos chuscos .

-ahh mi abuelito donó el uniforme de este año y como está bonito el modelito me puse uno, ¿por qué?-

-ahhh yaaa es que yo también soy hincha de ese equipo- ufff mas te valía decir eso que mencionar a Richard… pensé

Enmudecimos o mejor dicho enmudecí mirando sus ojos, el mechón de cabellos que le caía por el hombro con su mirada vacía y a la vez llena de amor… Hasta que en ese segundo parecía que ya íbamos a llorar y me volvió a hablar:

- mi mamá nació acá, pero en la época del terrorismo, en un ataque, falleció y mis abuelos paternos me criaron toda la vida en Lima, vine a conocer la tierra de mi madre porque en diciembre me iré a New Jersey con mi papá, él está trabajando allá-

Y sus ojos se enlagunaron, intenté ser fuerte.

-nunca me olvidaré de ti Natalia- logré decir, mientras otros pasajeros me apretaban en el diminuto pasadizo del bus…

-igual Juan-

Quise seguir hablando quise quedarme en ese bus parado no importa, mirándola, hablando de lo que sea, pero con ella, porque al parecer ella se robó algo de mí…

Minutos después, en mi cuarto tirado en la cama escuchaba “En ausencia de ti” de Laura Pausini, mientras que en un mapa de Estados Unidos buscaba la palabra New Jersey, y como para vengarme de mi papá (porque él es profesor de Geografía y en ese tiempo jugábamos a hacernos preguntas sobre ciudades y capitales del mundo) le pregunte:

-papi ¿Dónde queda New Jersey?-

-en Estados Unidos hijo ¿por qué la pregunta?-

- un amigo dice que su tío vive por allá –

- allá hay una gran colonia peruana, tengo un primo que vive allá también-

-¿y cómo se llama tu primo papi?-

-Eduardo Gamboa-