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El regreso al cyber

lunes, 21 de abril de 2008



      Hace una semana, la computadora se averió, tuve que llevar la CPU al técnico y desde entonces mi vida ha sufrido cambios inesperados ya que ese placer rutinario de gozar de la Internet cuando se me daba la gana se ha visto interrumpido y como consecuencia he tenido que adoptar horarios y quehaceres de otros tiempos. El primer día pensé que la computadora estaría de vuelta muy pronto (a lo mucho en un par de días) sin embargo el técnico que me atendió -mismo médico- me dijo que las cosas se complicaron y que la falla del socket comprometió a la tarjeta madre y como consecuencia esta inutilizable. La solución me la dieron a los dos días, supuestamente debería comprar una nueva tarjeta madre sin embargo el modelo que buscaba dejo de producirse hace dos años y lo peor era que debía comprar una tarjeta actual y como si fuera un maleficio, la memoria y el procesador también deberían ser nuevos (las cosas seguían complicándose) y para variar, la pc que necesitaba para mi uso debería de ser de altas prestaciones y con muy buenas características y en esos días no disponía del dinero suficiente y tuve que decirle a mi mami a ver si me ayudaba en algo, ella me dice que ni bien le pagan, el fin de semana vendría sin falta que tenga paciencia que me espere unos días, “ya mami te espero ” le dije. Después de la conversación con mi mami supe que mi rutina iba a cambiar forzadamente, muchas de mis actividades las veía detenerse muchas de las tantas cosas que a diario hacia en la red de redes y en mi ordenador las veía congelarse… era abrumador pensar en las noches en las madrugadas que iba pasar sin mi computador…

En la universidad como siempre, nos atosigaban con los trabajos (y yo que no disponía de mi pc) fue entonces que después de mucho tiempo volví a ese placentero mundo de las cabinas, era como volver con una ex enamorada, sobre todo volver al cyber que está aquí a la vuelta de mi casa; lugar donde por mucho tiempo fui un fervoroso parroquiano usando sus antiquísimas computadoras para chatear hasta muy tarde hasta que nos botaban o para escribir los artículos que publiqué en La Industria o para modificar el diseño de mis blogs o para ver videos curiosos en youtube, leer manuales en pdf, subir fotos para el hi5, volver a leer los manuales pero esta vez en txt, repasar a la volada las clases que los profesores publican o simplemente matar el tiempo escribiendo estas líneas que a veces se me hacían difíciles de concebir…

     De modo que el día en que volví a tocar el timbre del cyber de “Don Mario Bros” (como solíamos llamar con mis hermanos al dueño de las cabinas) me invadió una curiosidad extraña (de repente y renovaron las computadoras, quien sabe y cambiaron las duras sillas y mas aun habrían cambiado a la chica que atendía), el señor al que le digo “profe” y que desde hace años no sé su nombre, abrió la puerta y me trató con la amabilidad de siempre y me dijo, “a los años flaco…” ; “es que pusieron Internet en la casa” –le dije- “ ah caray! ¡Que bueno!” -me dijo- seguidamente pasé a ese mundito tugurizado de computadoras que en otrora fue mi tercer hogar…

      “En cualquier máquina” me dijo el señor, “gracias” - le contesté - no sin antes ver a su sobrina a la chiquilla que años antes había conocido (había cambiado notoriamente, estaba mas linda…) pero no tan linda como la mujer que en estos últimos meses se ha robado mi corazón…
Estuve haciendo de todo, revisando los mails (la mayoría de ellos spam) viendo las tareas, chateando con seres extraños y modificando las paginas webs que administro, y desde luego completando esta nota; los sesenta minutos que alquilé me quedaron tan cortos sin embargo me pasé del tiempo como en los viejos tiempos y gracias a eso pude comprobar que la vieja tradición del negocio seguía intacta (el señor que cuidaba se ponía a ver paginas obscenas y luego se quedaba dormido y roncaba tan chistoso que yo prefería apagar la música para oír sus hilarantes ronquidos) entonces tuve la certeza de que casi nada había cambiado, y eso me alegraba, me daba risa y entonces me dieron ganas de volver a jugar como antes, ósea disfrutar de mis malévolas travesuras (despertarlo cuando yo desde la maquina que usaba, remotamente subía el volumen de la suya y todos escuchaban los sonidos impúdicos de los videos lujuriosos que el señor se ponía a ver, que chistoso era verlo asustado confundido, nervioso sin saber como se baja el volumen, mientras que nosotros los clientes reíamos en silencio y él indigno no sabía como disimular… consumí una hora y media y pagué el precio de sesenta minutos. Me acerqué a su lugar, le pagué con las pocas monedas que quedaban en mi bolsillo y le agradecí, él atemorizado solo atinó a decirme “como siempre, estos virus que paran jodiendo, y me abren esas paginas cochinas” si pues hay que tener un buen antivirus maestro porque si no uff… le dije, se rió teatralmente y abrió esa reja blanca esa reja de tantos recuerdos, y me vine a la casa gozando de mi travesura informática, feliz porque aun hay un internet a donde ir y porque su sobrina cada día esta mas linda, aunque tenga quince años y aunque yo tenga enamorada… ojalá un día ella tenga unos años mas y la computadora se me vuelva averiar y yo vuelva con el pretexto de alquilar una computadora y aprovechar mis travesuras informáticas para descubrir su vida virtual y sorprenderla a ella a su tío y a todos…

     Hoy en la mañana, el técnico telefoneó a mi casa y dijo que por fin dio con la verdadera falla y que no hacia falta comprar una nueva placa, que solo necesitaba una nueva fuente y que la pc ya estaba operativa… con las mismas tomé un taxi y fui por mi Pentium IV. Son las dos y cuarto de la mañana y estoy trasnochando como siempre escribiendo estas notas que me hacen sentir escritor aunque a la larga solo sea un novel aficionado…

 


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