ANGASMARCA

ANGASMARCA
Conoce el maravilloso pueblo de Angasmarca

VILLA AZUL

VILLA AZUL
Conoce un lugar Maravilloso

FELIZ DÍA PAPÁ...

jueves, 17 de junio de 2010




En estos días, cuando el día, su día de mi papi y de todos los padres se avecina, es cuando a uno se le vienen esas ganas de decir lo que a veces no podemos manifestar quizá por mera timidez (como en mi caso) o porque el carácter machista que algunos tienen no lo permite. Por mi parte cuando de expresar el afecto hacia mi papi se trata, no he tenido problemas o limitaciones, al contrario , recuerdo que desde niño los dos somos grandes amigos (aunque a veces esperamos ocasiones para decirnos los sentimientos ) y conversamos lo que nos pasa con esa confianza que solo un padre a su hijo puede dar y viceversa , sin embargo (creo yo) hay veces que ocultamos nuestros secretos, aun así solemos tener esa libertad que es el punto clave -para que a la larga- ambos podamos sentir esa confianza plena, yo por su puesto siento por él ese cariño, ese amor, ya que él ha vivido a mi lado toda la vida, observando esa asombrosa evolución que estoy sufriendo desde que abandoné el vientre bendito de mi madre…



En estos días previos, como siempre me he puesto a evocarlo y me han dado muchas ganas de escribirle estos párrafos, por que esta es otra manera de decirle lo tanto que lo quiero, lo mucho que lo extraño en las mañanas para decirle “buenos días papi” o en la hora de almuerzo sentado a su diestra para conversar de actualidad y contarnos chistes o mas emocionante para viajar a su lado viéndolo conducir su carro, sorteando accidentadas carreteras escuchando música del mp3 que grabamos juntos o simplemente tenerlo a mi lado por la noche y quizás en esa misma noche cuando haga frio observarlo fumar su cigarrillo, achinando los ojos, aspirando y expirando el tabaco, conversando nuestro futuro, diciéndonos cada uno a nuestra manera lo mucho que nos echamos de menos , lo tanto que nos necesitamos…



A mi papi lo extraño desde siempre, ufff son tantos los recuerdos que de él tengo, que si me dedicaría a detallarlos, me tomaría mucho tiempo describirlos, hoy sin embargo quiero escribir algunos de esos incontables buenos recuerdos que a su lado he vivido:



Cuando era chico más o menos cuando tenía cinco o seis años, algunos veranos los pasábamos en Trujillo y por consiguiente mis papis estaban con nosotros aquí en Razuri, entonces recuerdo que una vez vino mi tío Juan Manuel en su camioneta a buscar a mi papi (no sé si para algún trabajo o para ir a divertirse) y recuerdo que mi papá iba salir y yo quería ir con él pero supongo habían razones para no llevarme y me dijo que no podía ir con. Tan ilusorios eran esos días (es que tenía cinco años y ver una camioneta tan bonita y ahí mi papi era para mí una felicidad) yo desde luego pensé en que quizás íbamos a ir de paseo por eso me encanté y le pedí testarudamente que me lleve, pero nada, igual me dijo que no podía ir, de modo que me sumí en una depresión inimaginable, no sabía si llorar de pena o de rabia (parecía un loquito). Se despidió de mi (pero yo resentido estaba con la carita esponjada como un sapo), lo escuché irse, escuché el sonido de la puerta de la calle y lo sentía alejarse pero yo no me resignaba y en un segundo me puse mi jean y mis botincitos salí corriendo a verlo a suplicarle que me lleve en su camioneta de mi tío pero adversa fue la escena cuando al salir de la casa, la camioneta ya se estaba yendo entonces corrí con todas mis fuerzas, volteé la esquina y la camioneta aun lenta se alejaba (no sé que sentí ese día, pero me daba una especie de rabia mezclada con tristeza) me sentía abandonado, lloré como nunca había llorado, lloré con todas mis fuerzas y no sé que palabras le dije a mi papi, me quedé llorando mi capricho sin entender nada, a penas tenía cinco años y ver a mi padre marcharse era como si me quitasen la vida.



Ya de noche, estaba jugando en la ventana del segundo piso, jugaba con mis carritos, soñaba demasiadas cosas, jugaba a solas y de pronto sentí como un presentimiento y me acordé de mi papi, volví a extrañarlo (habían pasado muchas horas desde que se fue) y todo mi jueguito quedó en nada y como suelen ser los niños yo inventé algo en mi fantasía (ya viene mi papi, esta llegando a la casa muy cerca, lo esperaré aquí en la ventana, seguro aparecerá por el parque) y decidí esperarlo ; basándome en mi excusa miraba con empeño esforzando mis ojos pero nada, por ratos lo confundía con otras personas que cruzaban el parque del frente, pero cuando más se aproximaban me daba con la ingrata sorpresa de que no era mi papi y claro eso me entristecía, así uno tras otro, me sentía algo paranoico (me imagino chiquito, anhelando verlo, ilusionado aguardándolo ahí en la ventana parado en una silla para alcanzar ver un poquito mas) pasaron muchos minutos, mas de una hora y el cansancio se manifestaba me estaba dando sueño y parecía que renunciaba a mi plan de esperarlo en la ventana. Con desgano bajé de la silla me puse las sandalias y cuando estaba saliendo de la habitación, me pareció escuchar ese su silbido ese que aprendí desde que tengo uso de razón, y entonces me estremecí (ahora estaba seguro de que era él, era él!!!) de un brinco me subí a la silla lo vi venir con sus pasos decididos (¡que alegría!, era como ver volver a un héroe de la tele) - era algo mejor, era mi papito- bajé tan rápido como pude y él seguía dándome su silbido, yo loquito por él me desesperaba por abrir la puerta y al fin lo tuve conmigo lo abracé con todas mis fuerzas (“papito, papito”) le dije y no quería soltarlo; ese día sufrí por él, además fui el niño más feliz porque me abrazaba y me alzaba muy arriba y me pasaba por el ombligo su mentón lleno de sus picajosas barbas y yo como era de esperarse, moría de risa, yo no soltaba su mano...



Esa noche me acosté a su lado, me quedé dormido oyendo su hondo respirar y soñé que mi papi venía en una camioneta más bonita que la de mi tío y me llevaba lejos, hasta donde el cielo desaparecía y de a ratitos me dejaba conducir…



Hoy al escribir esos recuerdos siento como en los ojos se aglomeran algunas lagrimitas y en el pecho he sentido como un nudo, como algo que quiere salir pero que de a ratos se contiene. Será que el amor que nos tenemos es magno, ¿será la emoción porque acaba de cumplir cincuenta y tres años (creo que sí) pues nosotros sus hijos felices de que cumpla un años más, a pesar de vivir separados, nosotros seguimos esperando a verlo yo sobre todo con las mismas ansias, con la misma locura como aquel día cuando tuve cinco años… para abrazarlo, para abrazarnos aunque yo ya esté un poquito grande y no pueda alzarme tan alto ni mucho menos pueda pasarme su barbilla que raspa tanto como la mía…



Creo que es eso. Hace un rato (6 y 23 de la mañana) llame a su móvil y grandioso el viejo conmigo… siempre conversando alegre y amoroso, siempre preguntando cómo me va en la universidad, siempre recomendándome, ese es mi padre, que de un momento a otro sale con un chiste como el del cura (mejor continúo) es que es indudablemente heredé su buen sentido del humor por nada termina haciéndome reír, aso como la seriedad que expresa con la gente que no lo conoce, así es él… conversador conmigo y callado con otros… hablemos de geografía me dice cuando viajamos y después perdemos la ilación y terminamos hablando de Sylvester Stallone y de la Guerra del Golfo… (mi papa siempre hincha de Estados Unidos, yo también), luego pone esa música que a los dos nos gusta, esas baladas del recuerdo (las que acostumbramos cantar en karaoke) o cumbias de las buenas de las de antología o las colombianas… de pronto sube el volumen y empezamos con nuestro show, él con su voz grave canta:





Tu me tienes tan embrujado con tus caricias,
me tienes tan consentido y enamorado,
cuando salgo todo corriendo todo es aprisa
porque quiero en todo momento estar a tu lado
pero por nada del mundo me quites la inspiracion,
quiero que me queme el fuego que me queme tu calor
pero por nada del mundo me quites la inspiracion,
quiero que me queme el fuego que me queme tu calor
quien le da un besito a Papa con esa boquita colora



Luego yo contagiado por el ritmo de la cumbia lo acompaño y ya quisiéramos bailar (al menos yo




hago palmas) y riéndonos seguimos cantando:
quien dice que lo quiere más con esa boquita colora
ella siempre lo viene a buscar con esa boquita colora
le dice papacito venga acá con esa boquita colora…



Eso es, cosas como esas que compartimos como dos amigos son las que nos enlazan cada día, y claro él lleno de picardía siempre diciendo que me cuide (con aires de seriedad me dice: si ya tienes tu pareja cuídate hijo, pensando nomás) claro que me cuido le digo… (Si supiera que ni pareja tengo, que recién estoy empezando un viaje promisorio… que siento morir cuando pienso en la idea de que ese viaje se puede detener…) normal papá no te preocupes le digo, por el contrario nosotros felices porque cumplas un años más le repito… en la mina hay neblina y tiene que conducir con cuidado, antes de cortar quedamos en hablar después de almuerzo y cortamos.
Son casi las siete y aquí en mi habitación lo añoro como siempre (aunque ahora yo tenga veintitrés años) pienso en esos treinta años de diferencia que nos separan y lo quiero mucho mas… por eso me he puesto a escribir estas líneas, porque estoy ilusionado con él, con mi familia y con un nuevo amor que hace un mes me tiene orbitando dentro de esas corrientes fascinantes del amor…



Hoy es su cumpleaños, hoy es jueves diecisiete de Junio, pensar que el año mil novecientos cincuenta y siete, conoció la luz de este mundo, es una emoción conmovedora, tantos años sobre este mundo y todo lo que vivió, sobre todo porque él jamás tuvo un padre como yo ¿cómo fue su niñez? Eso nos ha contado siempre y es una historia que por ahora prefiero evadir, eso me duele tanto… que mejor por un momento dejo de escribir…



Dentro de dos días será el día del padre y aun pienso en acostarme a su lado para verlo respirar, para verlo como lo vence el sueño, para acurrucarme en su pecho para oír sus latidos o acariciar sus evidentes canitas, en fin él es el hombre que me dio la vida, el que en estos veintitrés años de mi corta existencia está desviviéndose porque yo su único hijo varón y nuestra familia estemos a buen recaudo, por eso, por un millón de recuerdos (que estoy obviando) y gracias a Dios estamos juntos para vivir juntitos (como en los viejos tiempos en Angasmarca) muy pronto, aunque sea por unos días estaremos juntos… él quizá conduciendo yo hablándole de historia, de su tema favorito: El imperio del Tahuantinsuyo…



Mi padre a esta hora está a muchísimos kilómetros de aquí, veo unas fotografías a su lado de hace muchos años y es verdad lo que él dice: cuando se trata de nosotros eres de lagrima fácil… normal hijo siempre y cuando llores por nosotros (y se ríe) si supiera que lloro de miedo por otra persona, seguro me da un grito… ni yo me entiendo… tengo que ir a la universidad… imprimiré este papel para leerlo todo el día…


Señor Juan Francisco Gálvez Flores, te amamos… hasta el cielo papi… ¿y cómo se hace el plástico? ¿y cómo se construyen los televisores?... lo recuerdas??? Esas tardes… en Angasmarca, tú trabajando en tus registros de notas y yo en una silla diminuta te miraba y no te dejaba en paz y te preguntaba esas cosas para comprender un poquito a este mundo que al día de hoy me ha dado demasiado… ¿pero sabes algo papá? Lo mejor está por venir… (Aunque en mi caso ya vino, ahora lucho porque se quede, ya te explicaré papá) tú lo sabes… y vamos a estar juntos para reír, para caminar hasta el bosque de eucaliptos que sembramos juntos… deben estar lindos seguramente, para rodear la mesa de la casa y como dijiste algún día: verlas a ellas a las mujeres Gálvez… a nuestros amores a tu mamá a tus hermanas, juntos… como en los viejos tiempos…