ANGASMARCA

ANGASMARCA
Conoce el maravilloso pueblo de Angasmarca

VILLA AZUL

VILLA AZUL
Conoce un lugar Maravilloso

Tocan la puerta...

martes, 29 de enero de 2008


Tocan la puerta, son más de las tres de la mañana, mi papi me dice que vaya a ver quien es. (No sé si he despertado o si todo es un sueño caduco) me pongo el pantalón y piso los botines, hace frio, la madrugada amedrenta con sus bajas de temperatura, entre la tenebrosa oscuridad salgo adivinando, me da tanto sueño que me da pereza levantar el brazo y presionar el interruptor, de modo que atravieso la sala a oscuras, abro la puerta saco la mirada para un lado y está un desconocido señor, me dice que necesita una carrera y que por favor le diga a mi papi que es de parte de Valverde, esta bien le digo y en las mismas condiciones en las que salí regresé al cuarto, le explico a mi papi lo que pasó y me dice que si quiero ir que me aliste; le digo que sí. Mientras el va al garaje me pongo una chompa y sobre ella una casaca, es de madrugada y en Angasmarca hace un frio que llega hasta las diáfisis entonces me despido de mi mami, también pongo en el bolsillo la usb para ir escuchando algo de música durante el viaje, -ya mami chau ya venimos- le digo, cierro la puerta y salgo tomando conciencia del frio adormecedor de las cuatro de la mañana.

Mi papá conduce, y en el asiento del copiloto va el señor Valverde, yo voy en uno de los asientos de atrás, en el carro aun se siente algo de frio apoyo mi cabeza para la ventana y me concentro en la balada que empieza a sonar (chau chau María de Los Bríos) ellos empiezan a conversar asuntos ajenos a mi persona yo pienso en que el dos mil siete se termina y con el se van un sinfín de sucesos muchos de ellos inadvertidos casi penosos y otros pocos color alegría… me da nostalgia (a pesar de arrepentirme algunos sucesos ya están hechos) mi papi me mira por el retrovisor y advierte mi estado de animo sigo inclinado hacia el vidrio disque meditando.
Por una carretera medio extraña seguimos viajando, a medida que nos alejamos del pueblo, el cielo se hace notar y está perfecto e impecable, se puede ver la infinidad de estrellas hasta algunas nebulosas, la luna esparce sobre el paisaje esa luminiscencia blanquecina como que a uno le da cargo de conciencia estar frente a tan magnifica expresión de la naturaleza (uno que siempre la riega…) entonces me di cuenta que lo que había escrito en mi perfil del hi5 hace un año aun sigue siendo cierto –soy sensible con las personas que amo…- (aun me queda esa sensibilidad que de por si heredé de mi mami). Mi papá conduce con la serenidad que lo caracteriza estamos alejándonos de su pueblo que también es mi pueblo, quien sabe y él en cada salida se lleva algunos recuerdos sin embargo yo en cada salida creo nuevos recuerdos, yo pienso en los amores que fueron y en los que no también seguramente mi papi a estas alturas me debe de comprender yo lo quiero mucho yo lo quiero mas de lo que él se imagina. Lo veo lo persigo con la mirada y la oscura madrugada no tiene piedad y descarga sobre mí esos cargos de conciencia, me presiono los labios respiro profundo no me desespero pero los sentimientos convergen, me odio por los días grises por el mal que le hice, me sobo el ojo derecho y sigo inclinado hacia el vidrio suplicándole a la luna la tranquilidad necesaria…

Prendo el celular, ya estamos “lejos” de Angasmarca busco el número de Analy aunque sean mas de las cuatro de la mañana me atrevo a llamar, timbra dos veces y a la tercera contesta (ella sabe que soy yo) le digo ¿hola niña como estas? ella responde que ahí bien, durmiendo un poco (yo que me rio calladamente, me dieron ganas de decirle así que novedad ) disculpa, le digo yo como siempre llamando a horas inoportunas no nada que ver me dice algo soñolienta umm si pues le digo lo que pasa que en Angasmarca no hay señal y ahora estoy de viaje por eso te estoy llamando desde el celular de mi papi, ella deja notar una sonrisa y me dice a yaa pero no te vayas a terminar el crédito –jejeje no nada solo quería hablarte y contarte que el fin de semana estoy de regreso por Trujillo a ver si nos volvemos a encontrar- ella contesta sutil y suave -ok ok chévere nos veremos entonces - me despedí le di un beso, ella correspondió y le dije chau cuídate y ella me dice esta bien , luego terminamos la llamada, (me quedé pensando un rato y sentí que la quería un poquito más)

Se nota la prisa que tiene mi papi, es que tiene que ir a la mina, es una carrera contra el tiempo, habíamos llegado a Mollebamba a las cinco de la mañana, el señor Valverde se despide y se marcha, nosotros regresamos con el mismo apuro mientras tanto el mp3 cambio de álbum, subo el volumen, me siento en el lugar del copiloto, mi papi prende un cigarrillo y conduce a toda máquina, activo el aire acondicionado y direcciono las rendijitas de la ventilación hacia mí para que un poco de aire me de por la cara y así no quedarme dormido, que alegría es compartir un viaje con mi padre, que perfecto es vislumbrar el amanecer viajando con algo de música es todo tan real, es una conversación de las cosas que pasé en la universidad, es el motivo perfecto para tener a mi papi mas cerca, es un chiste de esos pícaros, es una carcajada es la burla respetuosa por algunas cosas del pasado, es un consejo, es una balada del recuerdo (de sus tiempos en los que en las fiestas se bailaban solo baladas, en las que el chico tomaba a su pareja por la cintura y ella a dos manos colgada del cuello de su galán daban un sinfín de vueltas muy lentas y acompasadas sobre la pista de baile en aquellos días en que los baladistas eran los héroes románticos de una juventud que jamás volverá…)

De regreso iba siendo ya de día, el sol se levantaba ominoso disipando sus rayos resplandecientes yo miraba para atrás y una polvareda se dejaba inundar por la fresca de la mañana, al mismo tiempo mi papi alistaba las cosas para que pueda entrar a la mina, a las seis de la mañana me dejó en la plaza me dijo anda a la casa ( ya era muy tarde como para volver a dormir) le dije ya papi chau ve con cuidado, el frio era mas frio todavía, ya no tuve sueño, me quedé en la esquina a tomar un emoliente para abrigar un poco mi enfriado estado de animo, mientras tanto el perfecto azulino del cielo se imponía, veía mucha gente que conozco (como les gusta madrugar) sin embargo yo ahí conversado necedades con el emolientero burlándonos de cosas sin sentido veía como por el frente mi papi se iba a la mina, me tocó claxon dos veces y yo le levanté la mano a manera de despedida, me dio un poco de nostalgia verlo madrugador, verlo trasnochado, tan trabajador por nosotros sus hijitos.
Yo te amo papito Juan…
Trujillo 29 de enero de 2008