De repente, advertí su llanto, ella sollozaba suavemente… lejana su sonrisa se fue y en el auto sonaba la canción de sus años primorosos, sentí una vez más la facilidad que ella tiene para hacernos llorar, esta noche hemos logrado una fina emoción… de reojo seguía ese hilo salado que discurría desde sus pómulos hasta sus labios… y no quería decir nada… todos estábamos conscientes de lo que nos estaba pasando… ha sido una tarde genial… ha sido una tarde preciosa…
Pero me parte el alma verla llorar… y le dije:
-“mami no llores… ” -
Y controlando su emoción me respondió con algo que no partió mi alma, por el contrario… la demolió:
-lloro de emoción… de alegría porque la estamos pasando bonito…-
Apenas pude decir: Mami…
Y mis hermanas para el asiento de atrás se inmutaron y por el retrovisor alcancé ver sus tempraneras lágrimas… y mi madre llena de emoción continuó:
-lloro porque los veo grandes… y pienso en cuando apenas eran unos niños… lloro porque siento que cada vez están más lejos de mi… ahora son grandes por no decir adultos… y sufro cuando recuerdo que les sostenía en mis brazos y eran así de chiquitos…-
En silencio nosotros dejamos que mi madre siga expresándose… y manifestando el porqué de su pequeño llanto… mientras que el reproductor del auto da la siguiente canción, otro tema del recuerdoChau chau María…
Decir que te quiero, es volver a mentir
decir que te adoro, es querer engañar
alejarme prefiero, y no regresar
es por el bien, de los dos…
Completamente segura de sí, mi mamá manipula el dial, sube el volumen, soy feliz al verla cantar, al ver sus cabellos alborotados por ese loco viento que le da por un lado del rostro mientras yo conduzco caprichosamente… estamos completamente seguros de que su juventud, su adolescencia y sus primeras experiencias de amor están relacionadas con este legendario género musical…
Pienso en decir que ya es hora de ir a casa… pero no quiero echar a perder el buen momento que paso junto a ellas paseando por las cercanías de la casa… y mi mami como advirtiendo mi pensamiento dice… no entres a la casa sigue manejando hasta que termine la canción… y así fue, así nos pasamos como diez canciones, por ahí hicimos una parada y pasamos por algo de comer… siempre escuchando esas canciones del ayer… cuanta nostalgia se percibía en el auto, que mi madre estoy seguro no dejaba de evocar esos días juveniles de su vida y ahora estaba junto a nosotros jóvenes también… compartiendo la sana locura de pasear como desorientados por esta pequeña ciudad… cantando a voz en pecho esas canciones bonitas del ayer… llorando de felicidad y de nostalgia… extrañando juntos la presencia de mi padre…
