Matías es un adolescente de quince años, nació en Trujillo pero sus padres son de la sierra de la Libertad , por motivos familiares es criado en Angasmarca , un pueblito a mas de ocho horas de Trujillo ( donde pasaría el mayor tiempo de sus años incluyendo los hechos que seguidamente se describirán) , perteneciente a la provincia de Santiago de Chuco.
Tomo este tema porque creo que en la etapa del colegio (o sea en la adolescencia) se establecen (al menos en mi caso) los recuerdos más hermosos. De modo que en mi mente todos aquellos sucesos han quedado como hitos indestructibles, de ahí que en algunos casos fui testigo de muchos acontecimientos de los cuales me he tomado la libertad para aproximarme a ellos, basándome en lo posible y así darle forma a esta historieta que tiene un aire juvenil así como sentimental, donde también describo ese amor que de un momento a otro nos llega a todos asi zas sin aviso, la traicion, el dolor de la decepcion amorosa y ese gandioso amor hacia los padres y el sentido de la amistad. Todo desde la perspectiva de un adolescente.
Espero con mucho entusiasmo, tener su aceptación, ya que ese es uno de mis propósitos. Pongo al alcance de todos este pequeño cuento, y por supuesto estoy presto a escuchar sus respectivas críticas para posteriormente mejorar en los aspectos en que he tenido dificultades.
Sinceramente:
(Juan Gálvez.)
-“…pero Matías como quieres que te crea si todos en el colegio dicen que eres un picaflor… y la verdad creo que es cierto, tú al principio eras tan bueno, tan lindo, pero no, no voy a caer tu no tienes arreglo, por que eres asi? Todos dicen lo mismo, todas las chicas hablan mal de ti…”-
Ariana hablaba quedita, como para que nadie mas la escuche. Ella: Ariana aun niña con el semblante ingenuo y quizá un tanto trémula; y él: menudo trigueño con aires de soledad, lleno de brillo en la expresión, suplicó: “pero Arianita créeme ahora ya cambié no te niegues, nosotros estamos enamorados por que eres así?, admítelo, esto no se puede quedar así, yo te puedo demostrar lo contrario, yo no seré así contigo”
La muchachita mirando a cualquier lado excepto al chico contesta:
-“entonces algún día si fuiste asi no? Por eso dices que no serás asi conmigo? No te entiendo, tu solo caes en tus mentiras…”-
- “es que no te das cuenta que solo te busco a ti que te escribo muchas cosas, que me he vuelto un romanticón, me estoy enamorando de ti ¡ te quiero Arianita!”-
- “ sí, si lo que dices es cierto así como todo lo que dices en tus cartas son cosas muy bonitas pero lo que dicen de ti me hace dudar y por eso hay que dejarlo ahí nomás…”-
La noche empeñada en continuar gobernando llegaba e intrusa cubría el pasaje a la vuelta del colegio cerca al campo de futbol, Matías insistiendo y la muchachita explicándole su negativa, postergan su conversación y ambos salen disimuladamente entre las coordenadas de la noche, proyectando sus sombras en medio de las anarajandas luces de sodio que se regaban por las calles de su querida Angasmarca…
-“Es muy tarde me he demorado mucho Matias, otro día hablamos chau, me voy rápido, seguro mi abuela está preocupadísima, tú sabes como es ella, chau chau…”-
Y se soltó del brazo del chico y se dio media vueltita (como cuidando su femineidad), levantó el ceño y sería entre melancólica y malvada, le levantó la mano derecha en señal de despedida y se fue corriendo, toda niña, toda mujercita, con una bolsa de pan en la mano izquierda.
-“… ya pes será pa la próxima es la primera que me tiene tanto tiempo esperando”-
Piensa Matías como si su soberbia pudiera justificar el rechazo contundente por parte de Ariana , es de noche la lluvia cautiva, quiere ser pero no es, quiere caer pero no cae y al final dentro de diez minutos escampa totalmente. Al chico se le nota una casaca de invierno con cuello alto, regresa a su barrio frotándose las manos y suspirándolas aliento para abrigarlas en lo que pudiera ya que el frío en esos tiempos es insoportable. Se le notaba la inquietud en los ojos y la actitud de insatisfacción en la cara, ya llegando a su casa, pateando su temporal fracaso, se encuentra con Carlitos, su mejor amigo:
- “… y que fue pes cuenta no? ”- Preguntó Carlitos.
- “ … ohe no paso nada parece que
- “ pero Matías si ustedes están empapados se nota y creo que desde que la conociste y ufff eso fue hace años, y ahora que ya le caíste, me sales con que te choteo? jajajaja todavía a quien ahh a mi maestro ufff tas que te me caes que pasa ya no funcionan tus florazos? ” -
Pero Matías no tiene paciencia para esos reproches:
- “ no Carlos no es eso a
Un poco enrarecido, Carlos se inmutó y lo miró en silencio, entonces comprendió que el amor estaba tocando a la puerta de Matías y que lejos de ser el picaflor de quinto año como todos lo conocían, esa tarde demostró que en verdad estaba enamorado de Ariana, y sarcásticamente le dijo:
- “… hasta que al fin te bajaron de tu nube matador jajajaja… ta bien ps tendrás tu corazoncito ehh? ”-
Ahí sentados sobre las rojizas bancas de la plazoleta, enfriándose hasta la coronilla pero muy amicales y nocturnos charlando como siempre hasta después de las diez. Parecían dos hermanitos (claro que eran hermanos).
-ohee ya pes nos vemos mañana en el cole, para que me hagas la taba pues y cuidado con abrir la bocota-
- jajajaja ya matador nos vemos no pasa nada sss… -
- mas te vale -
En su cama, en su velador tenía una cinta de baladas del recuerdo que cogió de la colección de su padre, lo rebobinó con un lapicero, porque la función de retroceso de su walkman estaba inservible, se acostó muy cómodo sobre su eterna almohada de plumas y escuchó esa canción, aquella nefasta balada que canta Leonardo Favio:
Ella, ella ya me olvidó
yo, yo la recuerdo ahora
era como la primavera
su anochecido pelo
su voz dormida al beso
Y junto al mar la fiebre
que me llevo a su entraña
y soñamos con hijos
que nos robó la playa
Ella, ella ya me olvidó
yo, yo no puedo olvidarla
yo, yo no puedo olvidarla.
Ella, ella ya se olvidó
de aquellas caminatas
junto a la costanera
y el pibe que miraba
Ella, ella ya me olvidó
yo, yo no puedo olvidarla
yo, yo no puedo olvidarla.
Ella, ella ya me olvidó
yo, yo la recuerdo ahora
como no recordarla
en cada primavera
si llega con la brisa
se la lleva la arena
Ella, ella ya me olvido
yo, yo no puedo olvidarla
ýo, yo no puedo olvidarla.
El sufre con esa canción, recuerda las palabras de
Ariana, parece que gozara con ese
rechazo, parece ser feliz con ese sufrimiento
y no duerme hasta pasadas las dos de la mañana, y
se enfuerece por no conciliar el sueño,
prende la luz de su velador revisa su horario piensa no
ir al colegio, tiene miedo volver a verla,
no tiene el valor de dar la cara como si hubiera hecho
algo malo. Sin embargo no sabe lo que días después
podría pasar donde la casa de los abuelos de
Ariana…
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