
Los vampiros quieren verse, es de día no pueden expresar su amor…
Romeo, esta lejos, de repente cerca, a partir de la noche, aquella de anteayer , aquella de hace tiempos aquella de hace meses, él no quiere dejar una noche mas, necesita de Julieta, pobres vampiros han tomado diferentes sentidos, han ido a lugares diferentes quizá a lugares equivocados, pensar que hubieron tiempos a la luz del día, pensar que fueron humanos, ahora están secuestrados por la distancia, sus bocas están alejadas.
Julieta dueña de sus labios oscuros, sus ojos de niña supongo lo extraña, ya sentido no tienen les queda salir y perderse en el mundo binario, donde se han encontrado donde han aprendido a darle color a sus miradas, el rojo sangre parece ser su pasión, ella lo mira, y viceversa para ellos es una cruzada volver hablar y estar así con el corazón abstraído no se visten de gala no visten para ceremonia pero la noche se ilumina él dispersa su poder y alcanza verla, hoy no hubo llantos, se hieren y se matan y al final renacen es su sagrada heroína es su salvación, hacen función de sus poderes él ve sus imágenes sin que ella sepa (todo el tiempo lo hace) ella dice que hizo lo mismo se amilanan diminutamente entonces el la acaricia con sus palabras ella lo ve con disimulo y le entrega su belleza están así de cerca pero así de separados, han zozobrado en océanos diferentes, es una locura volver él quiere convencerla para los encuentros clandestinos mas de las diez cuando la noche se tranquiliza…
Son las ultimas oportunidades del día, él la sueña, en el día fueron palomas, ella fue una rosa, ella el viento él un vendaval, él un sueño, ella su fantasía, pobres vampiros, sobre todo él, que espera la noche para resucitar, y espera otra casualidad, no pueden decir “sí” , se le nota en la emoción no les importa nada, ellos son uno a la vez, son la ternura de ayer la distancia de ahora, aunque el tiempo los haya marcado ella aun cree en el amor… sus citas los convierten en algo prohibido, creo que él le regala una historia; el pobre vampiro insiste con los encuentros nocturnos, ella se marcha con la letra, lo tiene en sus manos y se lo lleva donde nadie le puede interrumpir, se acomoda entre la intimidad de la noche. Literalmente Romeo esta entre las manos de su amada, ella recóndita lee, se detiene continúa e imagina los sucesos… se siente el latir de su corazón él va hacia su cuello, la afluencia sanguínea sin compasión termina en su labios ya no saben lo que les pasa, no saben vivir, él por consiguiente siente el cuerpo volátil de su seducida vampiresa, despierta y no está, no llora no la pretende, se ve en la oscuridad al frente de sus imágenes, la oscura lamina del espejo refleja el vidrioso de sus ojos, la semana se esta terminando, se acurruca en sus fotografías, aquellos buenos tiempos siempre serán indelebles…
Sigo observando a mis intérpretes, esta redundante novelilla sigue siendo un caos de amoríos y vampiros,,, al rato ella dice que esta cumpliendo con Romeo, al él se le desborda la alegría en cada expresión, ella se siente bien al ver que ríe por su causa, ambos exponen sus gestos y él siente un fortuito deseo de estrecharla entre sus alicaídos abrazos, él le jura corregir los errores del pasado , quizá sea posible, no hay tiempo le suplica la próxima cita, le dice que él la espera en el lugar de siempre, con su traje negro su capa fuliginosa y toda la voluntad de estar con ella por lo menos mas de las diez por lo menos antes de la medianoche, si Julieta pudiera si tuviera la seguridad de que podrá ir jamás lo dudaría y dijera que sí , que si viene corriendo al pecho de su vendaval pero el sol arremete, se despide, Romeo lo ve, no quiere que nadie sepa su sufrir ella y su nueva compañía amorosa de día respiran el perfume fresco de lo que es el “amor”, vientos, vientecillos, santos torbellinos, fuertes ventarrones soplan y aun así se quedan, el vampiro durante el día yace oculto inhumano huyendo de la luz, se diluye en su recuerdo…
Es tiempo de una canción más Romeo usa sus extraordinarios poderes y le dice a su amada que debe quedarse con la letra, que vaya por ella que lo encuentre en medio de la calle, que todo esta basado en sus noches, que si bien es de día, él está dejando indicios de su mundo nocturno y ella le habla le acaricia con la voz, él es rápido y cuenta el tiempo, le deja un besito, le dice que espera verla mas tarde, muy tarde cuando en el horizonte las luces del sol se hayan ahogado… muy lejos al occidente.
Acaso tienen que contarse secretos?, acaso son amantes fugitivos, como pesaron acaban de encontrarse, a oscuras, como para que sea mas cierto dice ella y se le ve borrosa, una y otra vez son una manchita son un espectro en la oscuridad, ella de repente está feliz porque Romeo ha venido, hablan y se observan sin excusas, no se dicen amor, pero lo sienten, vida llena de afecto, vida que sufre, y él que anhela hablarle de amor muy despacito, él quiere terminar con la distancia que hay entre sus bocas, ella al rato le dice se feliz, el mundo gira, la rotación la traslación parecen haberse pausado es algo difícil pero Romeo hace un esfuerzo aunque ese -se feliz- parece una artificiosa respuesta él sigue soñando en volver a quererla en volver a verla todas las noches como hasta ahora, al parecer tantas ilusiones han surgido en esa semana, sabe que es mejor verse de noche ella de pronto accedió, sus vampíricos encuentros algún día tendrán la razón, él se aferra a la voluntad de volver a ser feliz de la mano su Julieta, ella no sabe si debe volver a salir de noche donde sus fantasmagóricos encuentros los llenan de alegría, los hacen sentir y de repente los hacen enmendar los errores del pasado… al rato volvió a ser silencio ella se fue a encadenar su vida al mundo de los sueños… él la quiere a pesar de lo que pasa en el día…
Trujillo agosto de 2007
0 comentarios:
Publicar un comentario