
El domingo por la noche volví hablar con mi papi, como en los viejos tiempos (exagero pero para mí estos doce o diez días sin oír su voz fue como si hubieran pasado muchas semanas, casi meses, él tiene sus motivos y en algún momento he terminado aceptando su negativa para hablar conmigo). Mi conciencia se vio envuelta en un erial de sentimientos, yo extrañaba...